Echando luz sobre este tema
Al igual que en las lámparas Leds la comprobación de las lámparas comunes a la vista del cliente (o mejor aún por mano del cliente mismo) pareciera asegurar la integridad del producto recién adquirido; sin embargo, reiterados reclamos a mediano plazo nos obligan a advertirle a nuestros favorecedores que además del exceso de encendidos y apagados, la temperatura atenta contra la verdaderamente larga vida de las modernas lámparas led. (Máximos de entre 40 a 45°C y unas 15000 operaciones de encendido y apagado para una duración de entre 10 y 15 mil horas).
Un poco de historia
Las antiguas lámparas incandescentes, todas ellas de alto consumo, brindaban como única ventaja la de no alterar los colores de las cosas; el resto eran solo inconvenientes: altísima temperatura y vida limitada de sus filamentos de tungsteno a unas 1000 horas.
Por ello el culote metálico roscado permitía fácil reemplazo brindando a su vez evacuación de parte del calor a través del portalámparas metálico apto para alta temperatura gracias a su aislamiento eléctrico cerámico, aunque la principal evacuación de calor del filamento al ambiente se operase por la ampolla exterior de vidrio a través de la atmósfera inerte que separaba al filamento de la mencionada ampolla exterior.
Lámparas incandescentes de bajo consumo
Nuevas lámparas incandescentes también de filamento de tungsteno pero contenido en una pequeña ampolla interior de cuarzo que permitía mayor temperatura todavía del filamento y ambiente halógeno favorecedor de su regeneración, brindaron sensibles mejoras de duración y rendimiento lumínico (el flujo luminoso incandescente dependía de manera exponencial de la temperatura del filamento). Al igual que en las antiguas lámparas, seguían siendo el culote y la ampolla exterior los encargados de evacuar calor.
Lámparas fluorescentes de bajo consumo
Disminuyeron drásticamente el consumo aceptando restringir la calidad de color (opciones: luz día o blanco níveo, por ejemplo) acreciendo significadamente la vida útil. Para reducir la ocupación de espacio se redujo el diámetro del tubo fluorescente presentándolo acodado, espiralado o en hélice, agregándosele un balasto electrónico cuya disipación de la pequeña cantidad de calor engendrada era difícilmente evacuada a través de su estructura plástica por el culote metálico roscado idéntico al de las antiguas incandescentes.
En este tipo de lámparas ya se empezó a notar reducción de su vida útil por fata de ventilación o agrupamiento de dos o más en un recinto acotado.
Lámparas LEDs
Y aparecieron las lámparas led basadas no ya en la incandescencia ni en la fluorescencia, sino en la electroluminiscencia consistente en obtener luz de una débil corriente continua de muy baja tensión a través de la juntura de un semiconductor.
Las lámparas de led actuales, a cambio de su bajísimo consumo y larguísima duración limitada al igual que las fluorescentes por la temperatura y el número de encendidos y apagados, nos someten a limitaciones cromáticas también parecidas (opciones: luz fría o luz cálida, por ejemplo), y mucho más complejo que en las fluorescentes, en vez de contener un simple balasto electrónico, contienen una fuente electrónica de muy baja tensión y por añadidura de corriente constante, que las hacen más vulnerables a la sumatoria de calor disipado principalmente por los varios led encerrados no ya en una ampolla de vidrio sino en una de plástico (las led de menor costo comportan fuentes internas más simples pero no por ello menos vulnerables).
Disipación térmica lerda como una tortuga
Considerando que la vida de las lámparas led se acorta por el pequeño calor aunque lentamente acumulado por si mismas en artefactos incapaces de evacuarlo rápidamente, nos referiremos al peor de ellos en el sentido de que además de encerrar la luz, demora la evacuación del calor: La antigua tortuga de fundición disipaba bastante calor por su cuerpo metálico, y también a través de su pírex transparente. Luego aparecieron las tortugas de plástico (mal conductor del calor) en las que sólo la superficie vidriada ayudaba un poco, y por último las que no disipan casi nada por habérseles reemplazado el vidrio también por plástico, aunque traslúcido pésimo mal del calor.
Conclusiones
Los antiguos artefactos cerrados para lámparas incandescentes suelen acortar la vida de las led.
También acortan su vida útil el excesivo número de operaciones de encendido y apagado.
Observaciones
La disipación de calor, además de la superficie, depende del salto térmico, es decir de la diferencia entre la temperatura de la lámpara y la del ambiente que la rodea: por ejemplo una incandescente con 400°C propios en su superficie disipaba bien aunque el ambiente de su entorno estuviese a 45 grados; no así una led con 40°C propios, rodeada de un ambiente a 20 grados.
Recomendaciones
En interiores preferir artefactos abiertos, es decir, ventilados. Que jamás encierren a las lámparas led.
En su defecto emplear artefactos colgantes de gran superficie metálica de disipación.
En exteriores abiertos o intemperie utilizar artefactos led compactos aptos para dichas condiciones, en vez artefactos para lámparas reemplazables, cuyas estanqueidad inducirá a ser violada dada la disminución de vida de la lámpara causada por la acumulación de calor (La pantalla colgante abierta para exterior puede representar una solución cuando resulte aplicable).
En baños de locales de pública concurrencia prevenir el exceso de encendidos y apagados mediante luz piloto permanente de baja potencia y/o luz principal de encendido voluntario y apagado automático o aquellas combinaciones que resulten convenientes.
Luis Miravalles: Profesor en Disciplinas Industriales, Instituto Nacional Superior del Profesorado Técnico, Universidad Tecnológica Nacional.
miravallesluisanibal@gmail.com
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