Debes asesorarlos sobre los productos que mejor se adapten a sus necesidades y proyectos, y resolver sus dudas o inquietudes con profesionalismo y amabilidad.
Compara los productos y habla de sus características:
Debes mostrarles las ventajas y beneficios de los productos que ofreces, y cómo se diferencian de los de la competencia. También debes destacar la calidad y el precio de tus productos, y ofrecer garantías o servicios postventa.
Crea y reafirma la confianza con tus clientes:
Debes mantener una comunicación fluida y constante con ellos, y hacerles sentir que son importantes para ti. También debes cumplir con tus compromisos, como los plazos de entrega, las condiciones de pago o las políticas de devolución.
Implementa un software de ventas:
Puedes optimizar tus procesos comerciales y administrativos, facturas, compras, cuentas corrientes, inventario, etc. Además, podrás acceder a información valiosa para tomar mejores decisiones y mejorar tu relación con tus clientes.
Surte sabiamente tu local:
Debes tener un inventario adecuado y actualizado de los productos que demandan tus clientes, y evitar el desabastecimiento o el exceso de stock. También debes aprovechar las temporadas altas para ofrecer productos complementarios o relacionados con las necesidades del momento.
Identifica los productos de ferretería “gancho”:
Debes conocer cuáles son los productos que más se venden o que más atraen a tus clientes, y ubicarlos en lugares estratégicos de tu local, como la entrada, el mostrador o las zonas de mayor tráfico. Estos productos pueden servir para impulsar la venta de otros productos menos demandados o más rentables.
Exhibe ordenada y limpiamente.
Debes cuidar la presentación y la limpieza de tu local, y organizar tus productos por categorías, marcas o usos. También debes colocar etiquetas con los precios, las características y los beneficios de cada producto, y utilizar carteles o letreros que llamen la atención o informen sobre ofertas o promociones.
Implementa promociones atractivas.
Debes ofrecer descuentos, regalos, bonos o cupones que incentiven la compra de tus productos, y que se ajusten a tu margen de ganancia. También debes comunicar tus promociones a través de diferentes canales, como redes sociales, correo electrónico, folletos o llamadas telefónicas.